lunes, 26 de mayo de 2014

Cerco al bipartidismo


Interesantes resultados electorales los de ayer. Victoria ajustada del PP merced al foco de división abierto en el voto de izquierda. La sociedad ha hablado en las urnas, al menos la sociedad que ha ido a votar. La que se ha quedado en su casa me merece todos los respetos, pero sinceramente creo que poco o nada se consigue con esa actitud. Ha costado mucho históricamente poder expresar tu pensamiento libremente en las urnas como para pasar olímpicamente de todo (el hastío o la indignación únicamente se combate en las urnas).

En cuanto a los resultados, parece evidente que hay una clara intención de poner en tela de juicio el bipartidismo y los efectos nocivos que genera. Uno de ellos, tal vez el más claro, la puesta en marcha de campañas vulgares de ideas y proclives al rifirrafe con el rival directo. La pérdida de votos de PP y PSOE ha sido muy significativa. Se ha castigado duramente en las urnas la impunidad política de los mastodontes hacia la corrupción en sus propios partidos, la tibieza del gobierno en la cuestión independentista catalana y vasca, así como el insuficiente resultado de las medidas adoptadas hasta la fecha por éste para la recuperación económica y la generación de empleo.

Ahora todos los partidos sacan conclusiones positivas de las elecciones, suele pasar (pasa igual que cuando se producen las manifestaciones y el baile de cifras, se ha convertido ya en todo un clásico). Bueno casi todos, porque el desplome absoluto del PSOE no permite tal conclusión (así lo reconoció anoche mismo la propia candidata). O se pone las pilas rápido o se le presenta un panorama negro ante el avance de partidos más radicales. También habrá de ponérselas con celeridad el PP, pues parte de su electorado no lo ha respaldado. La abstención le ha perjudicado claramente. Pero también ha sufrido el éxodo de votos a otros partidos como UPyD y Ciudadanos, porque realmente considero que ha dejado de hacer política y está únicamente centrado en cuadrar cuentas. Ese no es el camino.

Soy de los que pienso que votar partidos minoritarios es positivo, porque ayuda a regenerar en cierto modo la política. Éxito rotundo del incipiente partido del mediático Pablo Iglesias y muy meritoria la consolidación de otros como UPyD y Ciudadanos. Resta saber si esta nueva corriente de intención de voto se mantendrá en venideros comicios, pero al menos los grandes le empiezan a ver las orejas al lobo.