sábado, 26 de marzo de 2011

El espíritu humanitario, presente en la Fiesta de la Primavera sevillana

Más de seis mil jóvenes se lanzaron ayer viernes a las calles de Sevilla para celebrar por todo lo alto la llegada de la primavera y por consiguiente, del inicio de nuestro ciclo vital. El recinto del Charco de la Pava, a orillas del río Guadalquivir, fue el escenario elegido para festejar tan magno acontecimiento; una “macrobotellona” convocada a través de las distintas redes sociales, por su parte, la siempre saludable forma de recibirla.

Un joven brinda tras ser premiado por su brillante expediente académico
Centenares de grupos de jóvenes, bien pertrechados de aquarius, coca cola light, zumo de piña sin azúcar, bitter kas, tónica y agua mineral, acudían desde primera hora de la tarde al enclave acordado. Un sentido padrenuestro y la lectura de un manifiesto en solidaridad con las víctimas del trágico tsunami de Japón, supuso el mejor preámbulo posible para una tarde noche que estaría marcada por la armonía, el respeto a los valores cívicos y éticos y la confraternización.

Un padrenuestro dio paso al inicio de la celebración
Por otro lado, el Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Sevilla, en colaboración con la Delegación de Cooperación al Desarrollo del consistorio hispalense, instaló para la ocasión un dispositivo sin precedentes; los allí congregados aguantaron estoicamente enormes colas al sol con el único propósito de donar sangre, evidenciando –un año más– el carácter humanitario de este acontecimiento sin parangón. Al filo de las nueve de la noche, una vez entregados los premios a los mejores expedientes académicos de la Universidad de Sevilla y la Pablo de Olavide, los organizadores del evento dieron por finalizado el festejo. A diferencia de ediciones anteriores, no fue necesaria la actuación de los servicios de Lipasam. Así, la multitud reunida hizo uso en todo momento de los distintos contenedores habilitados en las zonas adyacentes al recinto, fiel reflejo de la conciencia sostenible instaurada en nuestra sociedad.

Una joven toma un tentempié tras donar sangre
No faltó a la cita la buena música para delirio de todos los jóvenes. Así, la canción estrella de la jornada resultó Color Esperanza, del argentino Diego Torres. Por último, y no menos importante, fue el hecho de que no se registraran incidentes dignos de reseñar, permitiendo que tanto los servicios sanitarios como los cuerpos y fuerzas de seguridad gozaran de una plácida jornada.

1 comentario:

  1. Inmejorable artículo, perfecta descripción de esta "fiesta" hispalense de bienvenida a la primavera... ¿no hay mejor forma de hacerlo no? ¡VIVA EL SARCASMO! Enhorabuena por este post de opinión personal y visión de un tema tan delicado como lo es este, porque a lo que tenemos que llegar los jóvenes de hoy día para divertirnos es cuanto menos preocupante... Un saludo y un fuerte abrazo! A SEGUIR ASÍ!

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